9 trucos de neuromarketing para el menú de tu restaurante
Te has preguntado alguna vez ¿por qué tus clientes se deciden más por un plato que por otro cuando ven tu menú? Aunque influyen varios factores, uno de los más importantes es la forma en la que están presentados en la carta. Aquí es donde entra el neuromarketing, una herramienta efectiva en marketing de restaurantes, que nos permite dirigir la atención de los clientes hacia los productos que más nos interesa que prueben para mejorar su experiencia y asegurar nuestras ventas.
Se trata de una técnica que permite comprender los procesos mentales, emocionales y de memoria que suceden en el momento de consumo de los clientes, con el objetivo de guiar sus decisiones de compra hacia experiencias más satisfactorias, y también de aumentar las ganancias del negocio.
En esta ocasión, te presentamos algunos de los mejores trucos de neuromarketing aplicados en uno de los instrumentos clave del restaurante: el menú. ¡Pruébalos todos!
El peso del menú
¡El peso del menú cuenta! Si el cliente tiene entre sus manos una carta con cierto peso, tiene la sensación de estar en un local más exclusivo que si su menú fuese una simple hoja de papel. Pero cuidado, tampoco se trata de tener una carta pesada y difícil de manipular, sino que pueda sostenerse bien entre las manos y tenga consistencia.
El tipo de letra
Elegir una buena fuente para nuestro menú también es importante. Por un lado debe ser una letra totalmente legible, pues de nada servirá usar una muy elaborada o creativa si no se entiende. Por otro lado, que sea una fuente que transmita seguridad y confianza. Usar Comic Sans podría dar una impresión negativa y de excesiva informalidad, por ejemplo. Para los platos más dulces funcionan mejor las fuentes redondeadas y para los salados y agrios, las fuentes angulares. Y para llamar la atención sobre algún texto, las cursivas logran este efecto.
Los nombres de los platos
Otra de las características de un menú seductor es que sus platos tengan nombres atractivos y descriptivos. No transmite lo mismo leer “Ensalada mixta” que “Bowl de tomates de jardín, espárragos tiernos y flores” o “Pasta carbonara” que “Pasta cremosa de bacon y champiñones” o “hamburguesa con queso” que “hamburguesa con queso gruyere y cebollas caramelizadas”. También podemos ser más creativos y dar un paso más allá con nombres como “Viva México” para una receta de este país o “Volcán de ensueño” para un coulant de chocolate.
Las descripciones
En línea con el punto anterior, las descripciones también pueden hacer salivar a los clientes al leerlas y ¡esa es la idea! Colocar palabras que estimulen los sentidos, como cremoso, aromático, colorido, crocante, en su jugo, ayudará a los clientes a decidirse por estos productos, así como utilizar palabras más bien cortas y cuyo sonido sea estimulante. También funciona colocar el mayor detalle posible de los platos, para que el cliente se los imagine y se sienta tentado a probarlos. Incluso describir la mini historia de los platos podría ser un puntazo: “este plato surgió de …” ya que entra en juego el aspecto emocional aumentando el interés por ellos.
La estética
Si los platos que nos interesan vender además de tener nombres originales y descripciones suculentas, van acompañados de buenas imágenes, el efecto será magnífico, ya que en neuromarketing está demostrado que el cliente los prefiere. Y si además todo el menú tiene una estética equilibrada de acuerdo a la imagen gráfica de la marca ¡Voilà!
Los colores
En marketing de restaurantes los colores son vitales. Tienen efectos psicológicos distintos, ya que el cerebro los asocia con distintas sensaciones, por lo que es muy importante saber cómo usarlos de acuerdo a nuestros objetivos. Si queremos vender un plato como fresco y saludable, el verde puede ser el color correcto para presentarlo en cuanto a texto, iconos, fondos etc. Si queremos encender rápidamente el hambre del cliente, el naranja es el más acertado. Caso contrario con el azul, que es un inhibidor del apetito.
El origen de los productos
Otro truco que ayuda a dar más exclusividad a los platos y a venderlos mejor, es colocar la procedencia de los ingredientes, ya que el cliente tiene más información sobre ellos y los interpreta como de mayor calidad. Este truco es ideal aplicarlo en la carta de los restaurantes orgánicos por ejemplo, donde el origen de los productos es una información fundamental para el cliente.
Los precios
Un error que suele estar presente en la carta de muchos restaurantes, es tener los precios de los platos alineados en una columna. Esto lleva al cliente a realizar un scanner rápido para detectar los precios más bajos y decidirse por ellos. Es un mecanismo del cerebro que nos da entender que si gastamos menos estamos más seguros. Así que es mejor colocar los precios no alienados y en números enteros sin decimales, para que el cliente pueda leerlos más rápido. También está el conocido truco de bajar un céntimo para parezca más económico.
La ubicación
Si el cliente encuentra rápidamente los platos que siempre pide en el menú, le sobrará tiempo para explorar el resto de la carta y encontrar nuevos productos. Es estratégico entonces colocar los platos más pedidos bien visibles, y otros platos que también interese vender cerca de éstos. Digamos que así podemos conseguir que se sienta atraído por nuevos sabores y cambie su decisión de compra habitual. También es interesante tomar en cuenta el cross-selling a la hora de ubicar los platos en el menú. Haz clic aquí para saber un poco más sobre esta técnica de venta cruzada.
Otro artículo que puede ayudarte a definir los platos más rentables para tu menú y ubicarlos correctamente es: Cómo aumentar las ventas con la ingeniería de menús
Hay restaurantes que estudian sus nuevos menús durante meses, haciendo pruebas con trucos como éstos hasta dar con el menú perfecto para sus objetivos. Con ElTenedor Manager, nuestro software de gestión, puedes registrar las preferencias de tus clientes durante un período y luego utilizar esta información para las pruebas de tu menús. Haz clic aquí si aún no cuentas con esta herramienta y te gustaría probarla.
¿Merece la pena todo este esfuerzo en las acciones de marketing de restaurantes? ¡Seguro! Sobre todo si entendemos que un restaurante es uno de los negocios donde más debemos tomar en cuenta las emociones y los patrones de consumo de los clientes.